Apologetica Catolica

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El Purgatorio y Los Sufragios

1.-Las Doctrinas Protestantes alegan que en ninguna parte de la biblia se encuentra la doctrina del perdón de los pecados y del descanso del alma por Misas y oraciones. dicen que es una superstición creer que mediante intervención del dinero, las almas en pena entran en el gozo eterno.

2.- La creencia en el purgatorio no tiene fundamento alguno en el Evangelio.

Bueno les Daré 4 argumentos para Deshacer estos supuestos de los Protestantes:

1.- Judas Macabeo “Colectando en su ejercito cerca de dos mil dramas, las cuales envió a Jerusalén para que se ofreciera un sacrificio por el pecado (de los soldados que habían muerto en combate) obrando muy recta y prudentemente, mirando a la resurrección  por que si no hubiese esperado que los muertos han de resucitar, habría sido cosa inútil y vana orar por los muertos. consideraba que un premio bellísimo está reservado a los que mueren piadosamente. por esto hizo este sacrificio expiatorio por los muertos; para que fueran absueltos de su pecado”  2 Macabeos, 12, 43-46 (texto de la Vulgata).

Consecuencia: de este texto se deduce que hay difuntos que tiene pecados, y que pueden ser librados de ellos por las oraciones de los vivos. más esto no se puede decir, ni de los bienaventurados del cielo, ni de los condenados al infierno, pues los primero están libres de todo pecado y para los segundos no hay redención. por consiguiente, hay un estado intermedio, donde  los difuntos deben ser absueltos o purificados de algunos pecados, y pueden ser ayudados con nuestras oraciones y sacrificios. A este estado intermedio la Iglesia Católica lo llama Purgatorio.

2.- “Cualquiera que hablare contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; mas a quien hablare contra el Espíritu Santo, no se le perdonara ni en este siglo ni en el siglo venidero” (San Mateo, 12, 32)

Consecuencia: Algunos pecados pueden ser perdonados de esta santa vida; de lo contrario  como observó San Agustín (De Civitate Dei, Libro 21, capitulo 24), se dirá sin fundamento que hay pecados que no se perdonarán en el otro mundo. ahora bien; este perdón no puede tener lugar en el cielo, donde nada puede haber que sea pecado; ni en el infierno, donde no hay perdón  Luego, además del cielo y del infierno, hay en el otro mundo un tercer estado en el que se perdonan algunos pecados: es el purgatorio.

3.- “Que el Señor derrame su misericordia sobre la casa de Onesíforo; quien muchas veces me confortó y no se avergonzó de mis cadenas. Antes bien, luego que llegó a Roma, me buscó con gran solicitud hasta que me encontró. que el señor le dé el hallar misericordia cerca del Señor en aquel día. Tu sabes mejor que nadie todos los servicios que me hizo Efeso” (2 Timoteo, 1, 16-18)

Consecuencia: Teniendo en cuenta 1° que es de todos admitido que San Pablo escribió esta carta en Roma; 2° que el apóstol habla de Onesíforo en tiempo pasado y hace recuerdo de él como de quien ha muerto; 3° que distingue la oración por Onesíforo, a pesar de que por el contexto se ve que éste no estaba en Roma… dedúcese que dicho piadoso varón ya había fallecido cuando escribía el Apóstol a Timoteo. Ahora bien, San Pablo, al implorar la misericordia divina por Onesíforo ya difunto, supone que puede hallarse en estado de poder ser ayudado con sus oraciones, lo cual es inexplicable si no se admite el Purgatorio.

4.- “¿Que harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan?, Porqué, pues se bautizan por los muertos?” (1 Corintios, 15, 29).

Consecuencia: Nótese ante todo que la palabra “bautismo” se entiende aquí en el sentido metafórico que Jesús daba a esta palabra cuando decía: “¿ Podéis ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?”  (san Marcos, 10, 38). “Con un bautismo tengo que ser bautizado; y cómo me angustio hasta que sea cumplido” (San Lucas, 12, 50). Bautizarse por los muertos equivale, pues a sufrir tribulaciones, angustias en provecho de los difuntos. los versos 30-32 del mismo capitulo confirman estas interpretaciones.
De este “bautismo por los muertos” practicado por los corintios deduce San Pablo su fe en la resurrección  Y deduce también su creencia en el Purgatorio, osea, un estado de expiación después de la muerte en el que las almas pueden ser ayudadas por los sacrificios de los vivos. De otro modo ¡no serían inútiles esos sufrimientos expiatorios ofrecidos por los difuntos?

Observaciones: La Iglesia Católica enseña que, además de un estado de castigos eternos para los malos y de terno descanso para los justos, existe en la otra vida un estado intermedio de expiación temporal destinado a aquellos que han muerto en pecado venial, o sin haber satisfecho enteramente a la justicia divina por los pecados ya perdonados.

Enseña también que, si bien es verdad que las almas detenidas en ese estado intermedio de expiación no pueden ayudarse a sí mismas, pueden ser ayudadas por los sufragios de los fieles, especialmente por el Santo Sacrificio de la Misa (Concilio de Trento, sesión 25)

NOTA: LEAN BIBLIAS COMPLETAS NO TRUNCAS

(Remigio de Papiol, Libro Protestantismo Ante La Biblia 1984)


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